domingo, 8 de marzo de 2009

HOY ES UN DIA COMBATIVO PARA LAS MUJERES

Perdóneme compañeras y amigas por no decir las palabras que en este día se acostumbran y darme un minuto para reflexionar sobre este su fecha, que es toda una vida, sepan disculparme si no hablo de la ternura de rosa que cada una de ustedes guarda en su corazón o de que son la fuente de inspiración que ustedes son para nosotros los hombres, perdóneme por no poder hablar de la semejanza con Dios porque son quienes pueden gestar, perdonen si las defraudoQuiero más bien referirme a el propósito y sentido de este día, de esta celebración que nos congrega ahora y simbolizamos con una flor, que encierra las virtudes de la mujer, este es una fecha donde se reivindica las conquistas de la lucha que las mujeres han dado desde 1910, en recuerdo del aniversario de la muerte de 146 obreras en un incendio provocado en una fábrica textil de Nueva York. y, ante la negativa a desalojar, fueron atacadas con bombas incendiarias.Pero esos hechos no pertenecen al pasado y en esta época es necesario que las mujeres sigan colocándose en la trinchera para afirmar un no al elogio del dinero y de la muerte. La mujer debe denunciar el sistema que le pone precio, que la cosifica y la denigra, donde el que más tiene es el que más vale, y es la mujer quien debe denunciar Esta estructura socio-política que mantiene y reproduce la opresión y discriminación de las mujeresPara el asesino sistema que convierte en objetivos militares a las estrellas de la noche, el ser humano, y especialmente la mujer no es más que un factor de producción y de consumo y un objeto de uso; el tiempo, no más que un recurso económico; y el planeta entero una fuente de renta que debe rendir hasta la última gota de su jugo. Se multiplica la pobreza para multiplicar la riqueza, y se multiplican las armas que custodian esa riqueza, riqueza de poquitos , y que mantienen a raya la pobreza de todos los demás, y también se multiplica, mientras tanto la soledad: ustedes mujeres con el ahincó de su lucha deben oponerse a un sistema que no da de comer ni da de amar, que a muchos condena al hambre de comida y a muchos más al hambre de abrazos.
la mujer debe despojarse de lo que es la mentira de la cultura dominante, que los grandes medios de comunicación irradian en escala universal, nos invita a confundir el mundo con un supermercados, olvidándonos que este día 8 de marzo conmemoramos una gesta heroica de las mujeres que buscaban reivindicaciones, donde no sean tratadas como objetos, donde ellas pasan a ser una simple mercancía, pero jamás una hermana. Esa mentirosa la cultura, que cursimente especula con el amor humano para arrancarle plusvalía, es en realidad una cultura del desvinculo: tiene por dioses a los ganadores, los exitosos dueños del dinero y el poder, y por héroes a los uniformados rambos que les cuidan las espaldas aplicando la Doctrina de seguridad Nacional. Desconociendo que A todo lo largo del siglo XX las mujeres se constituyen en sujetos históricos, políticos y de derecho gracias a sus luchas por la ciudadanía, por la democracia y contra la discriminación de género.Basta mirar la historia para darnos cuenta que en los años treinta la mujer; No tenían derecho al voto, no eran ciudadanas, No podían administrar sus bienes, No eran sujetas de derecho, Muy pocas tenían acceso a la educación formal, Ninguna tenía acceso a la educación superior, No tenían igualdad jurídica con los hombres, Se encontraban bajo el yugo de la potestad maritalPor lo que dice y por lo que calla, la cultura dominante miente en festejos que nos alejan del verdadero sentido y significado de este día, en la que festejamos la pujanza, la entereza, y sobre todo la lucha por alcanzar reivindicaciones, esta jornada es para que reflexionemos sobre las tareas que todavía quedan, Conocer la historia para no repetirla y entender el sentido de las reivindicaciones de hoy. Aprender a negar las carencias que la historia les había atribuido, Aprender a negar su condición de improductividad: valorar el trabajo doméstico, valorar la ética del cuidado, Creer en ustedes mismas. Pasar de la rivalidad a la complicidad, Seguir desarrollando ese pequeño poder que tienen todas adentro. Seguir desenmascarando el poder patriarcal: Denunciar las inequidades, ser veedoras de sus derechos, defenderlos, protegerlos y exigirlos y convertirlos en hechos.. Romper silencios. Olvidarse de la culpa, Son todas mujeres sujetadas pero también sujetas con espacios de libertad y de opción. Romper el binomio producción-reproducción. Introducir la perspectiva de género en sus actividades. Romper el mito de la no participación de las mujeres. Ser constructoras de paz a través de los espacios cotidianos. Construir convivencias de saberes, de deseos, de derechos, de maneras de ser diferente. Tener en cuenta que TODO LO QUE ES BUENO PARA LAS MUJERES ES BUENO PARA LOS HOMBRES Y ES BUENO PARA LA HUMANIDAD.El desprecio traiciona la historia y mutila al mundo. Los poderosos fabricantes de opinión nos tratan como si no existiéramos, o como si fuéramos sombras bobas. La herencia colonial obliga al llamado Tercer mundo, habitado por gente de tercera categoría, a que acepte como propia la memoria de sus vencedores y a que compre la mentira ajena para usarla como si fuera la propia verdad. Nos premian la obediencia, nos castigan la inteligencia y nos desalientan la energía creadora. Somos opinados, pero no podemos ser opinadores. Tenemos derecho al eco, no a la voz, y los que mandan elogian nuestro talento de papagayos. Las mujeres deben decir no: nos negamos a aceptar esta mediocridad como destino.
Nosotros decimos no al miedo. No al miedo de decir, al miedo de hacer, al miedo de ser. El colonialismo visible prohíbe decir, prohíbe hacer, prohíbe ser. El colonialismo invisible, más eficaz, nos convence de que no se puede decir, no se puede hacer, no se puede ser. El miedo se disfraza de realismo: para que la realidad no sea irreal, nos dicen los ideólogos de la impotencia, la moral ha de ser inmoral. Ante la indignidad, ante la miseria, ante la mentira, no tenemos más remedio que la resignación. Signados por la fatalidad, nacemos haraganes, irresponsables, violentos, tontos, pintorescos y condenados a la tutela militar. A lo sumo, podemos aspirar a convertirnos en prisioneros de buena conducta, capaces de pagar puntualmente los intereses de una descomunal deuda externa contraída para financiar el lujo que nos humilla y el garrote que nos golpea.
Esta debe ser una jornada de lucha en la que se reclaman los derechos de todas las mujeres en todos los ámbitos. Para demandar nuevas reivindicaciones, defender los ya conquistados y luchar contra aquellas leyes que las discriminen o que rechacen el principio de igualdad de sexos y de oportunidades.Gracias

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